Crear una identidad de marca fue todo un desafío. Buscamos la manera de conectar con un tipo de exclusión que afecta directamente a las personas, no a un producto o servicio, nada material. Dependiendo de la estrategia utilizada, debíamos tener en cuenta cómo no afectar el ser de la persona.

Al buscar el concepto a partir del cual desarrollar todo el universo de la marca, nos inspiramos en las piezas de madera de los niños. Estas piezas son completamente distintas y de diferentes colores. Por separado, cada una es única, pero al unirse y formar figuras, cada una cumple su función y se crean estructuras sólidas y hermosas. De esta forma representamos a la sociedad.

A partir de ahí, buscamos incorporar la parte esencial de la terapia: el amor. Utilizando este simbolismo, fuimos capaces de crear con las piezas la “F” y la “A” de Fundación Andosana.